domingo, 7 de noviembre de 2010

Capítulo 8...

Transcurrió la mañana hasta pasadas del medio día. Bea llamó a Decker para avisar de otro cuerpo encontrado. El sonido de su voz, superó los decibelios permitidos para un oído humano normal. Javier se tuvo que tapar las orejas con ambas manos para que no se le rompieran los tímpanos y el forense tuvo que separase del auricular para conservar su oído. El cabreo desmesurado de la inspectora jefe y las ansias de encontrar al culpable de tales asesinatos, la estaba colmando la paciencia.
- ¡¡Decker, mueve tu trasero echando leches para acá y avisa a los agentes correspondientes para que acordonen la zona. Y los quiero ya!!- seguía gritando Bea, dando órdenes a diestro y siniestro.
Colgó y, de reojo, miró seria a Javier; que la estaba observando con un poco de terror.
- ¿Tengo monos en la cara, o qué?- preguntó ella realmente cabreada.
- No. Solo que a veces me das miedo cuando te pones así- respondió Javier intimidado.
- Me alegro- dijo irónicamente- a ver si el asesino me está viendo y también se caga encima- bufó.
Javier no pudo evitar reírse de aquel comentario. Bea posó sus ojos en él, teniendo una mirada penetrante. Consiguió que él dejase de reír al instante.
- ¿Te parece gracioso?
- El comentario, sí.
- Por lo menos alguien se divierte con esto- volvió a contestar en tono irónico.
- Lo siento, es que ha sonado gracioso, solo eso.
- No te preocupes. Yo también me hubiese reído en tu lugar.
Ninguno de los dos volvió a hacer mención de lo ocurrido y se quedaron esperando durante hora y media hasta que llegaron los agentes a recoger pruebas, incluyendo a Decker.
- ¿No te dije que movieras el culo rápidamente hasta aquí?- preguntó malhumorada en cuanto el forense se acercó a ellos.
- Lo hice, pero él no quería- bromeó- . Tuve que avisar a todos. Como comprenderás, he tenido que recorrerme toda la comisaría para encontrar a los demás.
- Bueno. Ya estáis aquí- contestó tajante.
Bea enseñó a Decker el cadáver en la tumba, mientras que los demás acordonaban la zona y recogían muestras de huellas por los alrededores de la lápida. El forense no se podía creer que alguien pudiese hacer algo tan atroz. Tampoco entendía como se podía adelantar a los hechos sin ni siquiera ellos mismos saberlo.
Decker consiguió rápidamente el permiso de llevarse el cuerpo de la tumba para examinarlo y hacerle las correspondientes pruebas. Bea estaba tan impaciente por saber algo más que arrastro a Javier a acompañarla con el forense.
Después de una hora, llegaron a la comisaria. Se fueron los tres al laboratorio como alma que lleva el diablo.
El forense arrancó las prendas de la víctima, dejando al descubierto la gran abertura de su estómago. Se colocó unos guantes de látex y abrió la herida lo más que pudo, pudiendo observar que estaba vacía; sin intestinos. Javier no pudo verlo. Se dio la vuelta automáticamente y sacó de su boca una arcada, produciendo solo una tos seca. El médico comenzó a echar unos polvos por todo el torso descubierto de la chica muerta. Cogió un pincel con los pelos gruesos, como los que antiguamente usaban los barberos para afeitar a los clientes. Después de esparcir aquellos polvos, recogió de una pequeña mesa con ruedas, unas láminas transparentes; que los posó encima de aquella sustancia.
- ¿Me puedes explicar que narices estás haciendo?- preguntó enfadada después de presenciar los hechos del forense y sin entender nada.
- Por supuesto. Los polvos que he echado y las láminas que puse encima de éstos, es para comprobar si hay huellas en el cuerpo para que pueda recogerlos y analizarlos.
- ¿Te va a llevar mucho tiempo recolectar todas las huellas y las demás pruebas?
- Diría que bastante tiempo.
- ¿Cuánto más o menos?
- Mínimo dos horas. Creo que deberías seguir investigando más cosas por ahí fuera. Aquí perderías el tiempo.
- Eso haré. Llámame en cuanto tengas alguna prueba en claro, por pequeña que sea.
- Tranquila, lo haré.
Terminaron la conversación y Bea se marchó del laboratorio. Javier respiró aliviado en cuanto salieron de allí. Bea sonrió por el mal trago que pasó su compañero. Verlo un poco vulnerable, le parecía gracioso.
Bajaron a sus mesas y los dos se pusieron a investigar la vida de Paco García, el supuesto asesino. Bea no paraba de darle vueltas al mismo tema. ¿Cómo puede matar alguien que supuestamente está muerto? Y supuestamente porque ni lo han encontrado en su tumba, ni deja de matar.
Transcurriendo casi hora y media, Bea seguía sin encontrar nada del sospechoso. Javier, a los pocos minutos, tocó la puerta del despacho de la inspectora y asomó la cabeza por una pequeña abertura de la puerta, que estaba entreabierta.
- Pasa Javier. Dime que tienes algo nuevo. Me duele la cabeza de buscar y no encontrar nada- escupió las palabras como si fuesen fuego.
- Sí. Yo tampoco encontraba nada, pero me acordé de la conversación que tuviste con Decker sobre la familia del asesino y su estatus económico. Caí en la cuenta de que podría averiguar la dirección de donde vivía con sus padres y poder investigar allí.
- ¿Cómo no se me ha podido ocurrir antes? Eres genial Javier. Pero…
- Sí. Creo que sé lo que piensas.
- ¿Sí?- peguntó Bea curiosa.
- Supongo que crees, que aunque sepamos la dirección, no podemos echarla un vistazo sin una orden de registro.
- ¿Cómo lo has…?
- Tranquila. Ya la tenemos- interrumpió Javier- . En cuanto encontré la dirección, fui a pedir una para tenerla en cuanto te lo comentase. Quería decírtelo y después ir a investigar allí en cuanto tú digas.
- ¡Eres fantástico! De verdad… qué haría sin ti- sonrió ella.
- No harías nada- él siguió la broma.
- Bueno, no te lo creas mucho, que luego te vuelves tonto- dijo seria esta vez- . Manos a la obra. Espero que encontremos alguna pista allí mientras que Decker averigua algo.
Se dirigieron hacia la casa de los García. Tardaron una media hora hasta que llegaron. Nada más salir del coche, los dos se quedaron boquiabiertos por lo que estaban presenciando. Era una casa enorme. Tenía un muro de ladrillos alrededor de la casa como verja y una pequeña puerta de metal de color negro. No se podía ver con claridad, un pequeño camino de tierra; que guiaba desde la puertecita de metal hasta la puerta grande de madera donde se encontraba la casa, pues lo tapaba un montón de hierbajos y matojos de gran abundancia. La casa era de dos pisos y tenía un aspecto abandonado. La fachada estaba carcomida por el moho y el paso del tiempo. El color había desaparecido, convirtiéndolo de blanco a gris o casi negro. Decidieron entrar con pasos sigilosos, por si hubiese alguien viviendo ahí; aunque lo dudaban. Llegaron a la puerta, sintiéndose como si estuvieran en la selva por tanto verde alrededor. La puerta se veía muy desmejorada y casi astillada por el paso de los años. Bea agarró el pomo y giró hacia su derecha, comprobando que estaba cerrada. Javier tocó con un golpe tan bajo que casi podría decirse que era insonoro. Bea giró el pomo, pero esta vez a su izquierda. No sabía por qué, pero sabe que algunas puertas se abren al contrario a lo normal. Haciendo caso a su instinto, la puerta se abrió. Javier y ella se miraron sorprendidos y a la vez eufóricos, pues sabían qué significaba aquello.
Entraron y se quedaron atónitos al ver que la casa; por dentro no estaba abandonada. Casi podría decirse que parecía nueva y recién construida. Estaba todo oscuro. Las persianas se encontraban bajadas y las ventanas cerradas. El aire estaba cargado, pensando que la casa no se ventilaba desde hace días.
Estuvieron registrando toda la casa, cada uno un rincón sin encontrar nada raro. Bea se empezaba a irritar. Para algo que creía que podía ayudar, era lo que menos estaba resultando efectivo. Javier y la inspectora jefe quedaron de verse en la entrada en cuanto terminaran de registrarlo todo. Al cabo de una hora, los dos tenían caras de cansancio y enfado. Se pusieron a hablar de todos los lugares que habían investigado y que el resultado fue nulo. Cuando estaban a punto de irse, Bea recordó que dejó sin investigar una puerta, ya que estaba en un lugar con muchas y decidió dejarla para el final; pero se le olvidó. Se lo comunicó a Javier y fueron los dos juntos a registrar aquella habitación. Como cabría de suponer, la puerta estaba cerrada con llave. Decidieron buscar la llave por toda la casa pero fue inútil. Javier optó por echar la puerta abajo. Bea le dio su aprobación y entre los dos abrieron la puerta a golpes. No daban crédito a lo que veían. Al fondo de la habitación, había un corcho que ocupaba casi toda la pared, donde había papeles y fotos; fotos de las victimas muertas. Debajo de aquel corcho, se encontraba un escritorio con un ordenador de sobremesa. Suerte para ellos que estaba encendido y abierto, sin ninguna contraseña. Estuvieron investigando dentro del ordenador hasta que encontró una carpeta llamada PRIVADO. Javier al ver que no encontraba nada interesante se puso a mirar el resto de la habitación, encontrando música y libros a su paso; sin nada fuera de lo común. Cuando Bea encontró la carpeta llamó a Javier urgentemente. Los dos se quedaron mirando y al instante, abrieron la carpeta. Se veía en ella un montón de fotos y documentos, haciendo ver que el asesino vigilaba a sus víctimas antes de actuar. Las fotos eran de casi cada movimiento que ellas hacían; tomadas en el parque, en el portal de casa o de camino al trabajo o a su hogar. Pasando foto por foto, vieron unas cuantas de otra chica que no le sonaban de nada. En cada foto ponía el nombre de Tamara. Era morena, con el pelo largo y de complexión normal. De estatura se la veía normal. Ellos, inmediatamente lo relacionaron con la siguiente víctima. Bea se incorporó de inmediato y cogió su teléfono móvil. Marcó el número de la comisaría y le habló a un agente.
- Quiero que investiguéis a una chica llamada Tamara. Enseguida llevaré sus fotos. Creemos que es la siguiente víctima. No sabemos sus apellidos y no tenemos más información. Daros prisa- informó la inspectora jefe para que se movieran rápido, antes de que fuese demasiado tarde. Javier siempre tenía un Pen Drive para casos como estos. Copió toda la información que contenía aquella carpeta y salieron corriendo hacia el coche, poniéndose en marcha a su próximo destino.
Condujo Javier tan veloz, que llegaron a la comisaria en apenas media hora. Entregó el Pen Drive a un agente para que lo extrajera y comenzaran a investigar.
Al cabo de diez minutos, llegó el agente con una carpeta que contenía aquellas fotos de la que creían que era la próxima víctima. Se lo entregó a Bea y ella le echó un vistazo, comprobando que estaba todo en aquella carpeta.
- Hay una cosa más, inspectora- comentó el agente que llevó la carpeta.
- ¿Qué sucede?- preguntó Bea con urgencia.
- Las fotos de esta chica, se lo he enseñado a una familia.
- ¿Por qué hiciste eso?
- Porque acababan de denunciar la desaparición de su hija, y efectivamente, es ella.

8 comentarios:

Eli :D dijo...

joe pero no me dejeis asi el capituloooo
esta perfecto y espero el siguiente ya
pobrecita espero k no la pase nada aunk no creo..
me encanta el capitulo
segir asi :)
besos

Cristina dijo...

joder otra vez s eles a adelantado??? venga yaa!! aghh k interesante machoo pero no lo dejes asi beaa!! te a kedao genial en serioo uff espero pronto el siguiiente =)

peggi17 dijo...

jopeee para algo q encuentran y se les ha adelantado de nuevooooooo!!!!!!!! m encanto Beaa el siguiente prontoo Pakitoooo, besitos a los dos xDD

Bea dijo...

Jajajajaja me encanta como os irritais por saber pork se adelanta y pork hace estas cosas!!!! Me alegro ke os guste pero no es comparacion este capí con los capitulos donde hay asesinatos o encuentran los cuerpos, jajajajaja!!!! Espero que pakito, esta vez se demore menos!! Ya veis que yo no tardo nada en subirlos!!!! Asik.... aora recriminarle a él, jejeje!!!! Pronto el siguiente Pako!!!
Ah, deciros que no tenia nada de inspiracion en este capí hasta casi el final!!!! xDDD os kiero chicas, gracias por comentar!!!

Cat dijo...

O_O kiero mas!! KIERO MAS!!¬¬
me encanta el capi esta mazo de xulo
pero KIERO MASSS!!xDDD
besitos!^^

Bea dijo...

Yo tb kiero mas tia!!! pero a ver si el pako kiere escribir el siguiente... xDDDDD estamos sacando fotos, pronto, pondremos mas lugares donde se supone k okurren los echos y.. pronto pondremos musica!!! Espero que os guste!!!!!! uN BESO!!!!

Yersey Owen dijo...

Una cosa que se me olvidó comentar del capítulo anterior, es que no sé yo si un forense va a la escena del crimen. Normalmente no, él hace el trabajo en el laboratorio, y las pruebas que él hace en este capítulo (los polvos y eso) se hacen en la escena del crimen, pues el traslado del cuerpo puede llevar a la pérdida de pruebas. Y otro detalle, no creo que le forense sea capaz de determinar el tiempo que va tardar, pues depende del propio cadaver.

El punto positivo del capitulo se lo doy a los policias, que por fin han dado con el escondrijo y hayan tenido la suerte de encontrat el portatil sin contraseña, con lo perfeccionista y controlador que es el asesino, pero supongo que ese es el fallo que todo polícia espera, jeje. Por algún lado tendría que flaquear el asesino.

El final de capitulo es muy buena, se termina justo en el momento adecuado. Por cierto, me estoy imaginando unos capitulos finales de historia de infarto, pero no lo digo, no sea que acierte y se lo fastidie al resto. Pero como haya acertado, te digo que el final es cojonudo. (Perdón por la palabra)

Bea dijo...

Te digo k si puede ir un forense a la escena del crimen!! Y es cierto k por el movimiento del cadaver se puede perder pruebas pero las huellas y demas.. es raro!!! Pork para eso, uso los polvos y demas!!!! Si kieres contárme esas ideas por privado, mandame un mensaje o te paso mi msn o tuentii o lo k sea!!! Tu contestame con lo k sea!!! Jejeje y no te preokupes con lo de cojonudo!!! xDDDD
Lo del ordenador sin contraseña... no se si lo pusimos, pero kreo k lo hizo adrede o no se!!! jejeje pero aun asi... es raro k lo dejara sin contraseña!!! Un beso!!!